Pruden
Escobar, es un cura de Bizkaia con una larga trayectoria misionera. Vivió
veintiséis años en Zaire, hoy República Democrática del Congo, desde 1965 a 1991. A su regreso no ha
olvidado su opción por las personas
empobrecidas, su espíritu misionero allá donde ha estado: primero en la
parroquia de Zierbena, luego en la de Zalla y actualmente en Balmaseda.
África me ha dado más libertad.
Nueva
teología, nueva liturgia, nueva Iglesia. El valor de los laicos. Una liturgia,
más alegre y más encarnada en la cultura africana. El valor de la comunidad. Unión
de fe, justicia y desarrollo. Vida de comunidad y austeridad en nuestra vida.
Creo
que todo lo vivido en África me ha llevado a ser distinto, mejor persona. Por
otra parte me ha servido para vivir la vida cristiana de otra manera, más
crítica, más libre.
Allí
aprendí que la comunidad es anterior a todo, es el cuerpo de Cristo, donde hay
muchos miembros trabajando en él y por él. A todos hay que respetar. En estos
tiempos de remodelación de nuestra Iglesia de Bizkaia, mi experiencia de África
me ha ayudado a ver mejor el camino que aquí debemos llevar y hacérselo ver a
los demás. La tarea de los responsables de comunidad o referentes.
También
me ha servido la convicción nacida en África de que tenemos que unir fe y
justicia en nuestra vida cristiana. No podemos olvidar nuestro pecado de dejar
morir de hambre a tantos hermanos nuestros.
Tuve
la gracia de poder conocer de cerca la cultura africana y me he dado cuenta que
no es la mejor, Pero tampoco la cultura europea
esta libre de pecado. Todo esto me ha llevado a buscar tanto en la fe
como en la cultura lo esencial, lo fundamental.
África
me ha dado más libertad de espíritu.