miércoles, 8 de mayo de 2013

Pruden Escobar, es un cura de Bizkaia con una larga trayectoria misionera. Vivió veintiséis años en Zaire, hoy República Democrática del Congo, desde 1965 a 1991. A su regreso no ha olvidado  su opción por las personas empobrecidas, su espíritu misionero allá donde ha estado: primero en la parroquia de Zierbena,  luego en la de Zalla y actualmente en Balmaseda.



Le hemos preguntado: ¿Cuáles han sido los valores que han dado sentido a tu experiencia misionera?


África me ha dado más libertad.

Nueva teología, nueva liturgia, nueva Iglesia. El valor de los laicos. Una liturgia, más alegre y más encarnada en la cultura africana. El valor de la comunidad. Unión de fe, justicia y desarrollo. Vida de comunidad y austeridad en nuestra vida.

Creo que todo lo vivido en África me ha llevado a ser distinto, mejor persona. Por otra parte me ha servido para vivir la vida cristiana de otra manera, más crítica, más libre.

Allí aprendí que la comunidad es anterior a todo, es el cuerpo de Cristo, donde hay muchos miembros trabajando en él y por él. A todos hay que respetar. En estos tiempos de remodelación de nuestra Iglesia de Bizkaia, mi experiencia de África me ha ayudado a ver mejor el camino que aquí debemos llevar y hacérselo ver a los demás. La tarea de los responsables de comunidad o referentes.

También me ha servido la convicción nacida en África de que tenemos que unir fe y justicia en nuestra vida cristiana. No podemos olvidar nuestro pecado de dejar morir de hambre a tantos hermanos nuestros.

Tuve la gracia de poder conocer de cerca la cultura africana y me he dado cuenta que no es la mejor, Pero tampoco la cultura europea  esta libre de pecado. Todo esto me ha llevado a buscar tanto en la fe como en la cultura lo esencial, lo fundamental.


África me ha dado más libertad de espíritu.