DOMUND 2021

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    Experiencias de voluntariado misionero para jóvenes
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    Colabora con los misioneros españoles

viernes, 11 de junio de 2021

Abiertas las inscripciones para la II edición de #CorrePorElDomund

Por segundo año y con novedades importantes, Obras Misionales Pontificias lanza la carrera por el Domund. En formato virtual y con diferentes distancias, el usuario podrá practicar deporte mientras colabora con el trabajo que realizan los misioneros en los lugares más desfavorecidos del planeta. Este año, y como principal novedad, la organización ha contado con la ayuda de patrocinadores que han querido ligar su imagen a la del Domund. Esto permite, además, ofrecer camisetas conmemorativas para los participantes que lo deseen.

Se trata de una camiseta técnica, de un material excelente para hacer deporte y que cuenta con unidades limitadas, por lo que la organización invita a todos a inscribirse cuanto antes. Durante el proceso de inscripción, el usuario podrá elegir entre recibirla en su casa por un precio mayor o recogerla en su delegación de misiones de forma gratuita. Además, al ser una actividad para todos los públicos, también hay una camiseta para niños. Un modelo especial, con tallas pequeñas para fomentar que sea una actividad en familia. Para quienes no deseen hacerse con la camiseta, contamos con un "dorsal cero".

"Es una ocasión única para colaborar de dos formas con el Domund" – declara José María Calderón, director de las Obras Misionales Pontificias en España – "además del donativo realizado con la inscripción, cada vez que te pongas la camiseta estarás mostrando a los demás que tú apoyas al Domund, que estás con los misioneros". Y es que la prueba, que no tiene un afán competitivo, pone también a disposición de los participantes una app para poder entrenar y competir contra el resto de usuarios. La aplicación Corre por el Domund estará disponible durante los meses de septiembre y octubre para los sistemas operativos iOS y Android.

Esta iniciativa surgió el pasado año a raíz de la pandemia de COVID19. "Lo que está claro es que estamos ante un cambio en los modelos de actuar de la sociedad, y por ello las misiones tenemos que buscar también nuevas formas de estar presentes entre las personas" – comenta Calderón.

En las próximas semanas iremos conociendo más novedades sobre la carrera como pueden ser las actividades para los colegios. Esta es una acción de sensibilización y por ello se proponen diferentes iniciativas dentro de un proyecto multidisciplinar escolar para realizar en los centros educativos.

Desde hoy las inscripciones están abiertas en correporeldomund.es y cualquiera que lo desee puede apuntarse, elegir la distancia que desea recorrer y empezar a entrenar. Será en la semana previa a la Jornada del Domund cuando comience la entrega de camisetas y la carrera por el Domund. Pero no solo se puede correr: también se puede caminar, solo o acompañado, pero siempre respetando las normas sanitarias. Lo importante es el Domund y los misioneros. Y saber que, gracias a nuestra colaboración, la Iglesia puede estar presente y hacer una gran labor social en gran parte del mundo.


viernes, 16 de octubre de 2020

DOMUND 2020 "Aquí estoy, envíame"

El próximo DOMINGO  celebramos la campaña del DOMUND. 

Hemos enviado todos los materiales de la campaña  para  hacerla presente en las Unidades Pastorales, en los centros educativos, en los grupos;  para acercar la realidad  de nuestros hermanos y hermanas  empobrecidos, más si cabe, por esta pandemia que hace estragos, y sensibilizar sobre nuestro compromiso misionero.

Recibimos noticias de los misioneros  y misioneras de nuestro pueblo, que siguen trabajando en el reparto de alimentos, en la acogida a personas, intentando seguir adelante con la vida…, algunos han sufrido la enfermedad pero afortunadamente ya están bien y  siguen trabajando. 

En el marco de la campaña, Mons. Mario Iceta, arzobispo electo de Burgos y Administrador Apostólico de la Diócesis de Bilbao que, además ha sido el obispo delegado de Misiones diocesanas vascas durante los últimos años, ha escrito una carta para la jornada del próximo domingo que podemos ver en el enlace Carta DOMUND 2020

El coronavirus ha cambiado el mundo pero una cosa es segura, las misioneras y misioneros van a seguir junto a la gente. Ellos y ellas permanecen.

En este vídeo podemos ver el mensaje que nos envían desde diversos países del mundo: ver el vídeo



miércoles, 29 de julio de 2020

OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS publica la MEMORIA 2019

Las Obras Misionales Pontificias (OMP), que se enmarcan dentro de las delegaciones de Misiones, son el principal instrumento de la Iglesia católica para apoyar a los misioneros y misioneras en su labor evangelizadora por todo el mundo. Disponen de un Fondo Universal de Solidaridad (al que llegan las aportaciones que hacemos a través de las campañas (Domund, Infancia Misionera y Vocaciones Nativas) que se reparte en función de las necesidades existentes en los territorios de misión.
Sin dejar de lado la colaboración económica, cabe destacar la labor de sensibilización que se lleva a cabo en cada delegación diocesana de Misiones (que cuentan con un secretariado de Obras Misionales Pontificias) por medio del desarrollo de las campañas mencionadas. A dicha sensibilización se suman los procesos de formación y discernimiento misionero, el acompañamiento a misioneras y misioneros y grupos de misiones… y otras iniciativas para hacer realidad la cooperación entre iglesias y pueblos.
"Cooperación entendida (…) como intercambio recíproco y fecundo de energías y de bienes, en el ámbito de una comunión fraternal de iglesias hermanas (…) pasa a ser pues, no solo ayuda generosa de iglesias “ricas” a iglesias “pobres”, sino gracia para cada iglesia, condición de renovación, ley fundamental de vida” (S.Juan Pablo II Domund 1982)
Adjuntamos la memoria 2019 donde podemos conocer todas las acciones del año y los datos de las actividades emprendidas durante Mes Misionero Extraordinario.
En la página web www.omp.es podemos conocer más acerca de los proyectos apoyados

miércoles, 24 de junio de 2020

En Kenia he sido consciente de lo mucho que puede cambiar tu vida dependiendo del sitio donde nazca

 Jaione López, joven de Elorrio, Bizkaia  se encuentra en Kaikor, Kenia. Apoyada por Misiones  Diocesanas y su comunidad parroquial de Elorrio,  está realizando su Trabajo Fin de Grado (TFG) , con las religiosas Marianitas en este país. 

Desafortunadamente El COVID-19 llegó a Kenia a los pocos días de llegar Jaione,"Este caso provocó que el presidente de Kenia cerrase todos los colegios y que todos los niños y niñas que estaban en ellos tuvieran que volver a sus casas: ya que en Kenia la mayoría del alumnado es interino».

Este es su testimonio: «El principal objetivo de mi tarea en Kaikor era ayudar lo máximo posible en las guarderías que las hermanas Marianitas sustentan con la ayuda de misiones diocesanas de Euskadi, pero teniendo en cuenta lo que el presidente había dicho, eso fue imposible. Tras pasar dos días en el colegio, tuvimos que cerrarlo, tanto el colegio, como el recinto en el que vivo junto con las hermanas. Aun así, antes de llegar a Kaikor, pude pasar unos días en Lodwar (la ciudad más cercana, a 7 horas en coche) y pude comprar muchos de los materiales necesarios para las guarderías (cuadernos, lápices, gomas, cartulinas, candados…) y telas para las confecciones que llevan a cabo las mujeres;
El primer mes de confinamiento, no salimos ni dejamos entrar a nadie en nuestro recinto. Ahí comenzó el problema para mucha gente, ya que la mayoría de las personas de Kaikor vienen a por agua y ayuda a la misión. Al cerrar los colegios, todos los hijos e hijas volvieron a sus casas. Eso significa que cada familia tenía que alimentar a mínimo 7 personas más de las que estaban acostumbradas. Gracias a que los colegios son interinos, las familias pagan las tasas anuales y el alumnado vive en el colegio hasta que llegan las vacaciones, lo cual hace que las familias no se tengan que preocupar de la alimentación. Ahora esas familias ya habían pagado las tasas del curso y se veían sin dinero y con la necesidad de alimentar a toda la familia. Gracias al dinero que trajimos, hemos podido dar trabajo como costureras a varias mujeres. Eso ha hecho que aprendiese a usar la máquina de coser para poder enseñarles a ellas. Esto implica que usando las telas (cada vez que vamos a Lodwar compramos), 3 mujeres pueden trabajar haciendo bolsos, carteras, diademas, etc. Gracias a este trabajo, todas las semanas estas mujeres ganan algo de dinero y pueden ir manteniendo a toda la familia.



Junto a las hermanas Marianitas, también hay unos padres misioneros filipinos aquí en Kaikor. Hace unos años, estos padres empezaron a recibir ayudas para financiar dos colegios en unos poblados alejados de Kaikor. Ahora debido a la pandemia, los donantes no han podido ayudar más y durante un mes esos colegios no tuvieron comida para los niños y niñas, con lo que dejaron de asistir. Al ver que no podrían ayudar, los padres cedieron los colegios a las hermanas, y gracias al dinero de los proyectos hemos podido alimentar a todos los niños y niñas de los dos colegios (500 euros al mes), hasta ahora.
Por otro lado, hay muchos niños y niñas apadrinados por personas que han venido o personas que conocen la labor de las hermanas Marianitas aquí en Kaikor. Estos apadrinamientos constan en pagar la educación de estos niños y niñas, con lo que las hermanas les buscan un buen colegio en Lodwar. Ahora que no pueden ir a los colegios, la mayoría de los niños y niñas se han tenido que quedar en el centro de desnutridos que tenemos junto a la casa, ya que son huérfanos y no tienen dónde ir. Juntos con ellos, también están viniendo durante el día algunos niños y niñas de varias familias, ya que estas no pueden mantenerlos y estaban empezando a sufrir un nivel de desnutrición leve. Gracias a misiones diocesanas estamos pudiendo alimentarles y a la vez seguimos dando clases, para que así no pierdan la rutina y puedan seguir desarrollándose adecuadamente. Junto al guardia de la casa, hemos estado pintando las clases del colegio que tienen aquí las hermanas y también creando diferentes materiales para que estos niños y niñas puedan aprender más fácilmente.


Debido a la pandemia, el precio de los alimentos aquí está aumentando, con lo que cada vez se nos hace más difícil conseguirlos. Nuestro objetivo es que los niños y niñas que acuden al centro de desnutridos tengan buena alimentación, junto con frutas y verduras. Por ello, todas juntas estamos comenzando un huerto escolar. Kaikor es un lugar muy árido y esto no ayuda a las huertas, ganado y habitantes. Gracias a la ayuda de misiones diocesanas, nos acaban de llegar dos grandes tanques que podrán abastecer tanto las huertas del recinto como las que están en el recinto del centro de desnutrición (esperemos).
Hoy en día nosotras seguimos intentando tener cuidado con las distancias, pero quitando los colegios, seguimos haciendo la misma labor que hacíamos antes de la pandemia. Asistimos junto con la ambulancia móvil todas las zonas alejadas de Kaikor, tratando a las embarazadas, desnutridos y enfermos. Intentamos llevar la comida a los ancianos de Kaikor una vez a la semana. Abrimos nuestras puertas para que así algunas personas puedan coger agua, etc. Sabemos que esto no es lo más adecuado, teniendo en cuenta la situación que hay en Kenia con el COVID-19, pero las personas de aquí no pueden parar. La mayoría viven en el día a día, con lo cual, no podemos dejar de ofrecer algunas tareas (guardias, lavanderas, costureras, cuidadores, profesores, conductores, enfermeras, etc.) porque con ello pueden comer muchas familias de Kaikor.


Por ello, queríamos agradeceros a todas las personas que nos ayudáis a llevar estas labores adelante. Porque sin vuestra ayuda económica, las hermanas no podrían llegar ni ayudar a tantas personas. En especial, me gustaría daros las gracias personalmente por ayudarme a venir aquí, porque gracias a ello estoy pudiendo conocer y trabajar junto a personas maravillosas. Estoy teniendo la oportunidad de ver la realidad en la que muchas personas viven y que nos ocultan. Porque hasta que no he estado aquí no he sido consciente de lo mucho que puede cambiar tu vida dependiendo del sitio donde nazcas, y lo diferente que te tratan según tu color de piel. Con esto no me refiero en Europa solo. Aquí en Kenia también te tratan diferente según tu color de piel. En cierta parte, sientes lo que las personas africanas que están en Europa 
han sentido cuando han ido allí. Vas caminando por la calle y ves como todo el mundo te mira, te señala, habla de tí, etc. Lo que cambia es que históricamente en Europa todas estas acciones se han hecho con desprecio, pero aquí lo hacen con admiración. Por eso nunca llegaré a sentir lo mismo que personas de aquí han sentido cuando han ido a nuestro país, porque sigo teniendo un sitio privilegiado».