miércoles, 25 de noviembre de 2015

En los pequeños gestos, se encuentra la auténtica felicidad.

Campo de trabajo en Alhoucema -  Marruecos  

 

El objetivo  de este campo de trabajo,  es vivir una pequeña experiencia dentro del mundo de la salud en clave Norte-Sur. Está dirigido a jóvenes de 18 a 24 años  y se ha organizado en colaboración con los franciscanos. Es una colaboración con la Iglesia de Tánger.  

La organización de este campo de trabajo es posible gracias al trabajo conjunto de Pastoral de la Salud, Juventud y la delegación de Misiones de la diócesis de Bilbao. 

Por las mañanas los y las participantes trabajaron en el centro de día -para niños y niñas con discapacidad-, que recientemente han puesto en marcha los franciscanos, también en un centro de salud mental y con una organización de cuidado del medio ambiente: “AZIR". 

Por las tardes se reflexionaba sobre la tarea realizada a las mañanas desde una mirada creyente. Les acompañó un Franciscano de Santander, así como Ana Pérez Pons, de Juventud y Chukirawa Mera, por la delegación de Misiones



En este pequeño artículo Alain, estudiante de ingenieros, nos cuenta  uno de sus descubrimientos  durante su estancia en  este campo de trabajo.


-El día que partimos hacia Marruecos llevaba la mochila llena de ilusión, de expectativas,  pero también pensaba en lo difícil que sería la comunicación o la convivencia en una cultura desconocida. Al llegar allí todo cambió, fuimos acogidos por personas que estaban dispuestas a dejar sus planes de lado para enseñarnos el lugar  (que por cierto era precioso), para hablarnos de su cultura, de la situación marroquí del momento,..


Al día siguiente, cuando llegamos al centro de salud mental donde íbamos colaborar y vimos tanta gente, muchos, en ese momento, nos sentimos incapaces de comunicarnos, pasar la mañana junto a ellos, hacer juegos, talleres. Pero poco a poco veías que con una simple caricia conseguías una sonrisa que rápidamente te la contagiaban, había comunicación. Al finalizar la experiencia te das cuenta que en los pequeños gestos, se encuentra la auténtica felicidad.-