viernes, 20 de octubre de 2017

“La labor misionera me parece cada día más fascinante”

El Domund es una ocasión privilegiada para volver la mirada con gratitud a los miles de misioneros y misioneras que se encuentran en los territorios de misión…

Hoy es la misionera de Bizkaia Verónica Alonso, quien nos ofrece su visión sobre el lema del Domund de este año:

Soy Verónica, misionera de Bilbao, que después de muchos años en Latinoamérica, ahora estoy prestando un servicio de coordinación de varias comunidades misioneras en el mundo. Por este motivo, ayer mismo regresé de Corea del Sur.

Quería deciros que la labor misionera me parece cada día más fascinante. Es increíble todo el bien que podemos hacer a los demás cuando sencillamente ponemos a su disposición lo que somos. Acabo de visitar una zona de Corea en la que hay una antigua leprosería en la que todavía quedan algunos leprosos. En los años 70-80 esto era un poblado en el que había 600 leprosos, que sufrieron la lepra como consecuencia de la mucha pobreza después de la guerra de Corea. Uno no se podría imaginar que un lugar que podría ser de tanto sufrimiento y amargura, por lo mal que les “ha tratado la vida”, se haya convertido en un lugar en el que se respira tanta dignidad, cariño y cuidado…y en el que, los que en un momento fueron los más rechazados de la sociedad, se han convertido en el objeto de más cariño y atenciones por parte de muchos que trabajan allí.

Los misioneros que trabajan allí son un testimonio increíble de entrega a los más pobres….

Pero no sólo allí, en tantos lugares y rincones remotos del mundo, sin hacer mucho ruido, hay tantas personas que se han creído que su vida puede marcar una diferencia en el mundo.

Sólo se necesita un poco de valentía… por eso, a ti quienquiera que leas entras letras te animo a creer que tú también puedes ser una de esas personas que hacen de este mundo, un lugar más humano y digno para los que en él vivimos. No se necesita irse tan lejos, hay mucha gente alrededor que necesita de nuestro cuidado, cariño y atención. Necesitan creerse que su vida tiene una dignidad que, ni la peor de las enfermedades ni la más dura de las desgracias se la puede robar.

¿Te animas? El mal hace mucho más ruido que el bien. De hecho, en este tiempo, ¡Cuántas noticias no os habrán llegado de los problemas en Corea! ¿Y cuántas noticias del bien que allí se hace habéis leído en este último mes? Pues yo os digo que son muchos, muchos los que trabajan por el bien.

Los misioneros, aun tocando el sufrimiento más doloroso de la humanidad, seguimos creyendo en la fuerza del bien. ¿Te animas tú también a creer en ello?

¡SÉ VALIENTE, LA MISIÓN TE ESPERA!

Verónica Alonso