Iraide Donaire Hidalgo viajó a Ecuador a principios del mes
de julio para compartir la vida y la
tarea misionera con la comunidad capuchina en Coca, en el vicariato apostólico de Aguarico, en la Amazonía ecuatoriana.
La joven vizcaína de Durango, de 26 años, ha comenzado una nueva etapa de su vida como misionera, en el lugar en el que Monseñor Alejandro Labaka e Inés Arango, mártires de la Amazonía, y hoy sus compañeras y compañeros, siguen dando testimonio misionero y creando puentes entre culturas y pueblos.
Iraide realizó el curso Norte Sur hace 4 años y participó en la Misión de Riobamba durante el verano. A partir de aquella experiencia, ha apoyado, algunos proyectos en los sucesivos veranos en lugares como Ricaurte provincia de Los Ríos, en Penipe provincia de Chimborazo, en Pedernales provincia de Manabí, todos ellos en Ecuador.
En su parroquia ha participado en el movimiento eskaut como monitoria y hasta el momento de su viaje ha seguido comprometida con su unidad pastoral de Durango.
Todas estas experiencias y compromisos, unido al proceso de formación y discernimiento que ha seguido en la diócesis, han ido madurando su vocación misionera y le han llevado a dar el salto a la Misión.
junto con todo un proceso de formación y discernimiento en la diócesis
Podéis ver el vídeo aquí
Iraide comenzó su andadura misionera en Quito participando en una marcha que se organiza cada año desde Quito hasta Coca, unos 300 kms, para recordar a los misioneros Alejandro e Inés.
Para conocerla un poco mas , transcribimos una entrevista que aparece en el número 264 de nuestra revista Los Ríos en la que cuenta cómo fue su experiencia en la caminata.
Revista Los Ríos 264
Es una experiencia increíble
Es una experiencia increíble
Antes de incorporarse de lleno a su nueva encomienda, Iraide
ha participado en una marcha (de Quito a Coca), que organizan todos los años
los misioneros capuchinos para recordar el testimonio de Monseñor Alejandro
Labaka e Inés Arango, terciaria capuchina. Hemos pedido a Iraide que nos cuente
cómo ha sido esta experiencia en la caminata y cómo se ha ido incorporando a la
tarea pastoral.
1. Iraide, ¿Cuáles son los objetivos de esta
caminata?
El objetivo de la marcha es llevar el Evangelio, es caminar
con el espíritu de Alejandro e Inés, que lucharon por los pueblos indígenas,
por su cultura, por la vida, por la paz. También se camina por la Amazonía y
teniendo en cuenta el Sínodo amazónico, que se celebra en octubre, este hecho
también se ha sumado.
El vicariato de Aguarico camina en conjunto por todo esto,
siguiendo el espíritu de estos dos misioneros.
2. ¿Cómo has vivido esta experiencia?
Es una caminata muy dura física y sicológicamente, pero la
convivencia ha sido increíble. El ir con más gente te ayuda a seguir caminando
porque nos vamos ayudando: ahora tú puedes, ahora yo necesito apoyo...ahí se ve
un compartir y un apoyo increíble..
3. ¿Cómo era el día a día?
Salíamos muy pronto por la mañana. Se comenzaba con las
consignas, los lemas y con diferentes canciones. Durante la caminata había
momentos de oración y de contemplación, era diferente según quien lo preparaba.
Había también espacios de silencio porque pensamos que son importantes. El momento oracional, era bonito
cuando se podía compartir con la persona que iba a tu lado: ¿qué me ilumina a
mí este día el Evangelio? Vivencias así llevadas a la realidad son lo que te va
iluminando y te va haciendo caminar de una manera u otra. También había
momentos de agradecimiento, oraciones comunitarias…
Al comenzar la marcha nos dieron a cada persona un cuaderno
con las motivaciones para la caminata. Cada día tenía una lectura del Evangelio
para reflexionar. También estaban las canciones, las consignas, los lemas.
Algunos momentos de la historia de Inés y Alejandro, para ir conociéndolos. Lo
usábamos en diferentes momentos a lo largo del día.
Por las tardes teníamos reuniones para compartir cuál había
sido nuestra motivación, nuestro objetivo de ese día. También se evaluaba la
caminata: cosas positivas, cosas a mejorar. Compartíamos qué nos había llamado
la atención de la vida de Alejandro e Inés, con qué nos quedábamos. Casi
siempre había un momento de celebración, si era posible, en el mismo pueblo al
que llegábamos. y todos los jueves adoración más celebración.
4. ¿Animarías a más gente a participar? ¿Crees
que debemos animar a la gente de Norte Sur, a los grupos de jóvenes a
participar?
Yo creo que sí se puede motivar a venir a esta caminata,
pero creo que hay que entrenar, porque es bastante dura. Se hacen un montón de
kilómetros al día a un ritmo exagerado y durante muchas horas andando y son 12
días. Es una experiencia increíble, a mí me ha marcado mucho. He tenido
todos los sentimientos en conjunto; no he podido acabar la caminata, porque no
estaba preparada físicamente y me lesioné bastante.
Creo que muy interesante que venga gente por todas las
vivencias y todas las cosas que vas sintiendo, porque realmente es llevar el
evangelio ¡pero vivo! Se siente eso. La convivencia con la gente te ayuda...además
de los lemas y las canciones. Pero hay que entrenarse, no es cualquier cosa, lo
digo porque lo he probado.
5. Después de la marcha has estado en Riobamba
apoyando al EMI (equipo misionero itinerante) en la Misión y en breve
comenzarás ya la tarea pastoral en esta nueva comunidad en Coca.
Llegar a Ecuador es como llegar a mi segunda casa, porque al
venir durante 5 años, he ido conociendo poco a poco. Hay muchas cosas que ya no
me chocan. Esa integración se ha ido dando a lo largo de los años. Me dicen que
Coca es una realidad muy dura en muchos aspectos, pero La tarea se presenta
interesante. El obispo me ha dado las opciones de elegir y yo he elegido
pastoral social que lleva diferentes ámbitos relacionados con el día a día de
la gente de las comunidades. Estoy conociendo esta realidad. Están pendientes de las consecuencias
de la contaminación de las petroleras, de un basurero que está contaminando el
agua de 4 comunidades. Por otra parte, la tarea con personas refugiadas, -han
acogido alguna vez personas refugiadas-, de personas mayores que no tienen
recursos; se les visita y asesora en cuanto a las ayudas, bonos y lo mismo con
las personas con alguna diversidad funcional. También hay recogida y reparto de
ropa.
He conocido la casa de la pastoral social y la casa
“Paula”, que es la casa de la mujer, y aunque no está dentro del vicariato, el
obispo Adalberto me ha pedido que la conozca para ver qué necesidades tienen.
Por tanto, hare misión en la pastoral social y apoyaré en la casa Paula.
Iraide, cuenta con nuestro apoyo en esta nueva etapa de tu
caminar misionero. Seguiremos
acompañándote y compartiendo el sueño de construir el Reino de Dios.
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